viernes, 15 de abril de 2011

capítulo 57: Ah la nueva, Teo es el bajista de Onda Vaga...

Teo estaba radiante.  Rebozaba felicidad, estaba hecho un pibe, lleno de energía; y se sentía, humildemente, más que la media.
Mucho más que la media.  
Fue entonces cuando decidió aprender a bailar.  "Es lo único que me falta" pensó.
Se anotó en unas clases en el Centro Cultural Rojas, pero en cuanto iban 10 minutos de la primera, se dio cuenta que eran cualquiera ("otra vez esta sensación con una clase del Rojas, la puta madre", pensó, "para qué me sigo anotando...") y sin decir palabra se retiró casi corriendo.
En la puerta del Centro Cultural se cruzó con Marcos, de Onda Vaga, y se pusieron a charlar acerca Manu Chao, y el Polonio.  Teo le preguntó si esa Gilda de la que cantaba en una de sus canciones existía ya que "en principio, se sentía atraído".  Marcos, sabiamente, le contestó "Existe si tu crees que existe".
Poco después de ese encuentro Teo recibió un llamado desde la mismísima Vaguicueva.  En realidad no fue un llamado, fue mediante la fulgente Vaguiseñal iluminando el cielo que se entero que lo requerían.  Acudió y le explicaron: "Nos falta bajista, te copás?"
Teo aceptó de inmediato y empezó a practicar voces para poder armonizar con la banda.  Como cantaba fatal duró apenas un ensayo.  De hecho lo echaron en el estribillo del primer tema.  Pero eso fue suficiente para que a partir de allí Teo se presentara ante la gente como "Hola, soy Teo, el bajista de Onda Vaga". 
Fue con ese parlamento que se introdujo a sí mismo al conocer en una fiesta a Malena Pichot, de quién se sentía sumamente enamorado por su talento y talante, a pesar de que ella era muy petisa.   Malena lo ignoró fuerte y pasó de él por completo.  Teo concluyó que ella era "una cheta de mierda que no valía dos mangos".  Finalmente fue la Pichot quién terminó tocando el bajo para los vagos.  Teo sigue buscando trabajo, fama, y novia.

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