capítulo 3: Teo conoce a Bette Midler

El año 1944 había sido un año ´ahí´ para Teo. Ni muy muy, ni tan tan. No había tenido grandes momentos, pero tampoco grandes tragedias. El `45 había arrancado mejor a causa de un billetín extra que Teo había conseguido invirtiendo en "El paraíso de los perros", una película de Disney de mediano éxito en la que sorprendentemente destacó el trabajo Gino Renni; pero luego el año pinchó un poco hacia agosto cuando se vivió una pequeña baja en el ánimo general de la población mundial, con el temita de las dos bombas atómicas regadas sobre Hiroshima y Nagasaki en Japón. Se acercaba aquel fin de año y Teo no se definía en considerarlo como un año brillante o uno de mierda. Comenzado noviembre corta con su novia de ese momento (Caro Indy) y las cosas se empiezan a poner peliagudas para nuestro querido Teo (parece ser que ella lo deja a él, por algo vinculado con que él jamás se iba a dormir hasta el amanecer, estaba siempre de gira, pero boludeando, tampoco era un pirata, tranca, con amigos, por ahí sí tomando un toque pero charlando, "haciéndola bien" como le decía él a ella cada vez que discutían por esto). Como le habían sobrado unas millas que tenía que usar antes de fin de año, y quería despejar un poco la cabeza y aflojar un touch con la zarlanga, se sacó un pasaje a algún lugar donde nadie conocido pudiera verlo, algo ´bizarro´ deseó él, y eligió Hawai (?).  
En realidad tampoco es que eligió él, la mina de la aerolinea era un toque densa y medio que lo empezó a manijear "A full, te reconviene, re da Hawai, Hawai = garchar fuerte...", que se yo...
Cuestión que el 1ro de diciembre Teo estaba caminando por Honolulú con una caipiroska en una mano y un Jim Beam en la otra (le estaba entrando con todo en esa época), mientras observaba como lo suburbano se amalgamaba con ahínco  junto a lo efímero de la farsa que es la vida en sociedad, cuando de repente se inspiró groso, y se dijo "me voy ya a cualquier tipo de hospital ya mismo y me invento una vacuna contra el cancer de mamas".  

Cualca.

Obvio.

Igual lo loco es que se mandó para un hospital, bah, una clínica de maternidad (él ni sabía) y conoció al ingresar a unos maravillosos recientes padres que vulgarmente orgullosos exhibían, ya no solo a su beba recién nacida, si no que también contaban ya con miles de fotos sobre ella que le habían subido a ¡su! facebook y te las estampaban en la cara sistemáticamente mientras, con una ridícula capacidad de análisis sobre qué puede ser interesante y que no, hablaban de cualquier pavada que el cachorrito de humano realizara.  

Teo, más por seguirles la corriente o por borracho que por interés real, le preguntó a los tan típicos padres "Y como se llama?", y ellos respondieron al unísono: "Bethany Ann Midler".  Cagate de la risa, unos años más tarde ese mismo bebé interpretaba a Janis Joplin en la película "The Rose".