capítulo 74: Teo obstruye un manantial

Cuando sonó la alarma, Teo ya había dejado de menear. Hacía éste ejercicio cuando presentía algún ventilador de techo observándolo. Y ése día había mas de uno.
Se dirigió hasta su acantilado superior y vomitó en inglés. Pero cuando sus secreciones llegaron al piso, tomaron un color afrancesado sin comparación, obligándolo a pasar el trapeador bilingüe. Esto no lo amedrentaba y Teo seguía sus tareas sin inmutarse.
Descendió por su escalera simbólica hasta su hemeroteca. Revisó todo incesantemente hasta descubrir un diptongo fuera de lugar y procedió a acomodarlo. Sonrió hasta quedarse dormido.
Sonó el timbre. “Justo a tiempo” pensó Teo. Tomó el elevador horizontal hasta la planta izquierda. Abrió la puerta con seguridad y se encontró con su Martillero Público. “Todo sigue según lo planeado” dijo el Martillero. Teo asintió, se dieron el saludo secreto y dejó partir al Martillero. 
Teo subió por su escalera analógica y puso manos a la obra en los preparativos: Un rotor, dos edredones, tres tripanosomas, cuatro ve cortas y un alambique. Metió todo en un gran bolso y partió hacia las Tierras Nubladas. Cortó camino por la Llanura Abisal y llegó hasta un manantial. Sacó los elementos de la mochila y se dispuso a la obstrucción del mismo. Una vez terminada su tarea, se echó para atrás, sacó su pipa y fumó mirando hacia sí mismo. “No, manzana” pensó.

capítulo 36: Teo ingiere placenta y le revela el secreto del universo

Teo se encuentra en situación de calle, no le queda ni un centavo. 
Consigue un peso pidiendo a los transeúntes.  Se mete en un locutorio y se conecta al FaceRoock.

Comienza un chat fuerte con una chica.   Histeriquea sin parar con Agronomía Fomers:

Teo: - Si tu viejo es zapatero...

Agronomía Fomers: - Mmmmmmmm...jajajajajaja... oeoeoe... besoooooooooooooooo

De repente Teo se pone agresivo:

Teo: - ¡¿QUERÉS MUREARLA?! - la amenza 

Agronomía: - Pará Teo, no te zarpes...

Teo: - Ahora vas a ver... - e inmediatamente escribe en el Muro de ella "Chupate un culo, farlopera"

Luego de aquél episodio ella oscureció como solo las casas de las abuelas pueden hacerlo.
Primero se puso a llorar, y después renunció al FaceRoock para siempre, por Teo.

Él, sublimando lo aprendido esa tarde, se metió en un bar, bebió un buen vaso de placenta, y una vez el brebaje estuvo dentro suyo, le reveló (hablando para  sus adentros) el secreto del universo.