martes, 26 de abril de 2011

capitulo 22: Teo resuelve el misterio de los hermanos Pauls.

Caía la noche en la gran ciudad. El frío había hecho desastres durante todo el invierno y ya casi nadie salía a la calle.  Todos los negocios tuvieron grandes pérdidas y muchos tuvieron que cerrar.
El único lugar que aún continuaba abierto era Winter, la conocida y antigua pista de patinaje sobre helio... Allí, el detective Teo, se pasaba largas noches bebiendo whisky malo y patinando en círculos, mientras intentaba resolver algún enigma.
Y fue aquella misma noche, cuando Teo practicaba un acrobático salto de página, que recibió el mensaje.

-Detective, alguien ha dejado éste sobre para Ud.- dijo el mozo.
-Gracias Billy. Déjelo sobre la mesa y tráigame otro crucigrama. Pero ésta vez... que sea difícil.- le respondió Teo mirándolo fijamente a los ojos. El mozo, incómodo, se retiró de inmediato.

Teo se sentó a la mesa y, poniendo los pies sobre ella, prendió un cigarrillo y tomó un largo trago de whisky. Observó el sobre… no era de sus típicos clientes. Muy intrigado, lo abrió despacio y leyó el mensaje:

“Dos de los hermanos Pauls salen en tren de Boston para Nueva York.  Una hora después, los otros dos hermanos Pauls salen en tren de Nueva York para Boston. Ambos trenes van a la misma velocidad. ¿Cuál de los dos trenes estará más cerca de Boston cuando se encuentre la familia Pauls?”

Teo dejó el mensaje sobre la mesa, sonrió y pensó: “Fácil: los dos”.
Pitó una honda calada y reflexionó: “Realmente adoro a esa familia pero mas que nada a los dos Gastones”.


capítulo 102: Teo pierde todo en los burros

Cierta ocasión Teo se propuso hacer guita fuerte timbeando.  
Una real pelotudez, realmente.
Se fue al hipódromo de San Isidro y comenzó a apostar locamente.  
De entrada no conocía a ningún caballo, por lo que jugaba a los que, según su espontáneo parecer, tenían lindo nombre.   Así fue como primero le jugó diez pesos al "bípedo" Crivelli pero perdió de inmediato pues dicho equino no corría esa carrera.  Luego cambió su apuesta al "Cervantes de la guitarra" Echevarría (era manco), pero tampoco tuvo suerte ya que este caballo salió severamente perjudicado por el resto, dado que se posicionó décimo de nueve.
En medio de una real confusión propia de una borrachera intensa, Teo conoció  a una mina de unos cuarenta y tantos muy atractiva.  No es que fuese como para alquilar balcones, pero estaba bastante buena teniendo en cuenta el litro y medio de vino que se llevaba dentro.  
Comenzó a chamuyar y ella le dijo que tenía la posta entre las postas... apostar en la siguiente TODO a "La Mala Ramirez". 
Teo le hizo caso, estaba en cualca.com.  Le dió todo su dinero a ella y corrió a las graderías a ver la carrera.  La cosa arrancó jodida ya que la potra no se movía de la linea de salida aún cuando la carrera había arrancado.  Poco después, el asunto mejoró cuando Ramirez comenzó a correr como el viento, y, al cabo de unos pocos segundo peleaba cabeza a cabeza con Romina "Me vuelvo loco por vos" San Martín.  
El final fue cabeza cabeza.  Hubo que chequear en foto.  Pero gano "La Mala". 
Teo exultante saltaba y bailaba, y gritaba "el que no salta, es un botón".  Había ganado más de cien lucas verde.
Peeeeeeeeeero...
El ticket lo tenía la veterana.  
Y no aparecía...
Y no apareció.
Teo se fue caminando hasta su casa en Morón pensando en que había desperdiciado no solo su dinero sino también su tiempo, ya que en verdad, tenía cosas importantes que hacer como grabar unos temas nuevos, o bien sentarse a escribir.
Luego de ese día ya nunca más confió en los burros, ni en las veteranas.



martes, 19 de abril de 2011

capítulo 35: Teo y su papel en la contraofensiva estratégica del ´79

















Tras la muerte de Perón y el pase a la clandestinidad por parte de Montoneros, las cosas estaban finalmente claras (aunque también jodidas) en la `República`.  Los decretos de la Presidente Isabel Martínez de Perón de 1975 los cuales ordenaban "aniquilar el accionar subversivo" resultaron el preámbulo de lo que seguiría tras el Golpe de Estado del `76, es decir, un gobierno militar tan inepto como cruel e inescrupuloso por un lado, y un grupo de idealistas guerrilleros por el otro, combatiéndose militarmente dentro del territorio nacional. 
Luego de los primeros años de dictadura la cosa se había puesto particularmente espesa para los Montoneros.  Las bajas eran cada vez mayores, la Conducción Nacional se encontraba exiliada en México, la existencia de traidores que se pasaban al bando enemigo y salían a “dedear” (señalar) por la calle y “lanchear” (en patrullas de la yuta) era un peligro permanente, por lo que todos debían de tener mucho cuidado.
Teo, que se había incorporado a las tropas de la `Orga` casi desde el comienzo de la misma (en un episodio por demás confuso, en el cual Vaca Narvaja le cuestionó de donde había salido, "¿Cual era su aval?" concretamente, y Teo confundido le contesto "¿Abal? Abal Medina"), lejos de ser un cuadro cualquiera, era oficial de las tropas Especiales de Combate, de manera que estaba absolutamente comprometido a participar en todo lo que decidiera la Conducción Nacional de Montoneros.
Así fue entonces, cuando la orden para gran parte de los activistas exiliados fue regresar al país para poner en marcha la Contraofensiva, Teo (que se encontraba en Medio Oriente) no lo dudó ni por un instante.  En 1979, llegaron a Argentina cuatro pelotones de combatientes que efectuaron varios atentados. Pero el resultado para Montoneros fue catastrófico: muchos guerrilleros fueron descubiertos por los servicios de inteligencia militar, y a otros los delataron sus compañeros quebrados por las torturas y abusos que padecieron.  
En 1980, la conducción montonera, que estaba refugiada en Cuba, continuó el plan de la contraofensiva, pero un nuevo pelotón fue secuestrado y desaparecido en marzo cuando llegó al país.  Varios de ellos, como Tropas Especiales de Infantería (TEI), habían realizado cursos en el Líbano (allí también tuvo Teo una experiencia por lo menos hilarante, cuando al saludar al líder árabe Yasser Arafat lo confundió con el rey Hussein de Jordania y casi lo linchan).
(en la foto Firmenich, Arafat, y Vaca Narvaja... Teo en ese momento estaba en el hotel viendo un partido de softball)

A Teo lo agarraron en Ezeiza, quiso entrar al país con un pasaporte falso que tenía el nombre "George Harrison".  Evidentemente no coló. 
Como todos los otros montonero, él también tenía una pastilla de cianuro encima (tras el caso de delación del `Negro` Quieto, luego de haber sido torturado como tan solo un humano podría ser torturado por otro humano,  así lo habían dispuesto los altos mandos) con objeto de no ser capturados con vida.  Teo, desorientado en el medio de la confusión al ser descubierto, arrojó la píldora fuerte al suelo esperando que ésta reventara cual bomba de humo para así correr...obviamente no funcionó, y los "verdes" lo secuestraron (previamente lo cagaron bien a trompadas).   

Durante sus días en la ESMA escribió un diario (ref. capítulo 55: Teo plagia el diario de Ana Frank), pintó sus cuadros más famosos, y se hizo el "doblado" con la intención de conseguir la confianza de los marinos.  
Luego de varios de meses allí, el Almirante Massera creyó ingenuamente en él y cierta noche le permitió salir a a ver la luna. Teo corrió hasta Brasilia, y desde allí voló hasta Europa.  Fue en  Francia que se reunió con parte de la cúpula montonera, recientemente mudada de país.  "Las bajas fueron muchas, prácticamente nos aniquilaron. Hay que reconocer que la contraofensiva, como operación, ha sido la gran cagada." le dijo un Teo auténtico al "Pepe" Firmenich.
Este último lo retó a duelo (el juego de naipes) y Teo le ganó por afano (literalmente le robó), por lo que Mario contrajo una deuda con él que jamás le pagaría.  
Años después Teo concluiría que su papel en la contraofensiva habría sido insulso, en vano, y carente total de sentido (al igual que la contraofensiva).

lunes, 18 de abril de 2011

capítulo 1000: Teo por fin asume la presidencia (y con un discurso histórico)


Terapeuta: Hola Teo. ¿Cómo te sentís hoy?
Teo: Bien... no tenía muchas ganas de venir. Pero ya me dijiste que tengo que luchar contra mi resistencia, así que aquí estoy.
Terapeuta: Genial, veo que estamos avanzando entonces.
Teo: Si... en esto al menos. Pero me sigo sintiendo muy frustrado… con miedos.
Terapeuta: Pero ya estamos cerca del tema Teo, no bajes los brazos. ¿Por qué te cuesta tanto afrontar tu situación? ¿A qué responsabilidades le escapas?
Teo: A las cenas de esmoquin en la ONU y al desodorante de ambiente del anexo de la Cámara de Diputados.
Terapeuta: Bueno, siempre habrá algún asesor bien dispuesto a cubrirte, seguro. No pienses en citaciones que aún no ocurrieron, vamos paso a paso. Retomemos aquello que me contabas de tus vivencias en la escuela primaria.
Teo: Ah… cierto. Le estaba contando que finalmente me eligieron presidente del club de Figus. Yo me sentía muy capaz para el puesto y quise empezar a mejorar el intercambio de figuritas. Propuse cambiar el “late” y el “nola” por un  “I do have it” y “I do not have it” intentado hacer funcional el juego con nuestros estudios de ingles. Fui tildado de neoliberal instantáneamente. ¡Y teníamos nueve años!
Terapeuta: No seas tan duro contigo mismo Teo. Corrían los años 90 cuando eras tildado de tal, y en esa época todos lo fuimos un poco, viajando a Miami por dos mangos.
Pero fuiste elegido por el pueblo de manera unánime ¡fue hace diez meses! El país sigue esperando que atravieses tus miedos desde entonces. Yo creo que es hora de que te asumas como Presidente. Llegó tu hora Teo.

Teo se levantó del diván, caminó por el despacho hasta las puertas que daban al balcón, y las abrió de par en par. Salió y contempló la imagen. La Plaza de Mayo estaba llena y expectante. Niños, adultos y ancianos estaban congregados esperando que le den el alta a su temeroso líder. Teo respiró profundo y, como mirando al porvenir , dijo:

“Una forma alternativa de utilizar la polea es fijarla a la carga un extremo de la cuerda al soporte, y tirar del otro extremo para levantar a la polea y la carga. La polea simple móvil produce una ventaja mecánica: la fuerza necesaria para levantar la carga es justamente la mitad de la fuerza que habría sido requerida para levantar la carga sin la polea. Por el contrario, la longitud de la cuerda de la que debe tirarse es el doble de la distancia que se desea hacer subir a la carga.”


El pueblo explotaba de alegría: el Teocentrismo volvía a ubicarse en primer plano.

sábado, 16 de abril de 2011

capitulo 91: Teo recibe carta de su madre

Querido Teo:
Tu padre y yo acabamos de volver de Acapulco. Fueron unas muy agradables vacaciones, exceptuando que a tu padre se le ocurrió la maravillosa idea de alojarnos en el hotel Coquet, donde al mismo tiempo se hospedaban actrices pornográficas. ¡Dios mío y la santa virgen! Las cosas que hemos visto, Teo, prefiero ni contarte. Durante esos días, creo que tu padre sufrió cierto tipo de contractura facial, debido a que no podía dejar de sonreír.
Las excusiones fueron fantásticas. El primer día recorrimos la fábrica mas importante de algodón en todo Latinoamérica. ¡Montañas y montañas de algodón, Teo! Fue maravilloso.
Por otra parte, estuve pensando seriamente en lo de tu corte de pelo. No me gusta. Definitivamente, no es para vos. Deberías buscarte algo mas Norman Bates, rebajado y edípico.
Ayer tuve mi último partido de scrabble con mis amigas. Se ha disuelto el club. Una de ellas se irá a vivir a los suburbios. Yo no estoy de acuerdo con ello y se lo dije. Algo me dice que no le gustó mi consejo y vaya coincidencia, ganó la partida creando la palabra “conchuda.”
Espero que nos visites pronto, Teo. ¿Por qué ya no venís tan seguido como antes? ¿Tuvo algo que ver aquel incidente con los bollitos de acelga? Puedo hacerlos con menos aceite la próxima vez, si es lo que tanto te preocupa.
Confió en que te estés cuidando muy bien de la gonorrea. En estos tiempos aflora la gonorrea.

Te quiere, tu madre.

p.d.: tu padre quiere que le devuelvas su caladora.

capitulo 40 - Teo y la justicia poética

Teo había cumplido tenía treinta años. Tenía un auto y un controlador midi. Tenía un buen bigote y una no muy satisfactoria hemorroides. Pero también tenía una vecinita de enfrente, persona a quien espiaba, casi diariamente, desde su balcón. Y lo hacía con sigilo, desde la penumbra de su oscuro apartamento. Siempre fantaseando con acariciar aquellos rosados pómulos, bañados en rizos de oro. Besar esos labios de porcelana, que insinuaban quebrarse en el primer beso. Nunca le había hablado ni sabía su nombre, pero aún así sentía que la amaba desesperadamente.
Cada bendita mañana (alguna que otra maldita, también) él abría las puertas del balcón y se asomaba para verla. Y ahí estaba ella, solitaria, con su máquina de coser. Y cosía y cosía delantales. Con el tiempo, Teo empezó a darse cuenta de que realmente quería llegar a ella, siendo que el voyeurismo que venía practicando desde hace tiempo ya no lo llenaba como antes. En ese momento decidió no acercarse más su balcón, aunque sea hasta poder elaborar una buena forma de alcanzarla. Pensó y pensó; desechó miles de ideas típicas. Algo era seguro: Teo no tenía el valor para hablar personalmente, ni siquiera por teléfono. Lo primero que le vino a la cabeza fue enviar una caja de bombones con tarjeta. Pero luego cayó en cuentas de lo trillado del asunto y la descartó por completo. Entonces se vino con la idea mandar un comando SWAT que entrara violentamente por la ventana y luego le cantaran algo romántico a cuatro voces, pero tampoco le cerraba del todo. Teo estaba seguro de que algo debía enviar: Caballos de madera, autos deportivos, bailarines exóticos, drogas duras...Ninguna de estas ideas lo convencían del todo. Y fue ahí cuando llegó la mas atrevida e infalible de todas: la poesía. Infalible porque la poesía gusta, la poesía estremece, emociona. La poesía perdura en el tiempo. Un poema escrito hace cientos de años, llega hoy a nosotros, produciendo lo mismo que en aquél momento. No podía fallar.
Comenzó mirando estante por estante de su biblioteca, leyendo cuanto libro de poesía encontrase. Muchísimos autores, muy diferentes entre sí, pasaron por sus ojos esa tarde: Lorca, Baudelaire, Neruda, Rimbaud, Bukowski. Desde lo mas romántico y empalagoso hasta lo mas directo y burdo. Finalmente se decidió por un libro de poemas muy bellos y simples. Comenzó a transcribir lo que leía. Una vez finalizada la tarea, decidió no colocar título ni autor de los poemas. De hecho tampoco se animó a firmar la carta, temeroso de ser rechazado y perder la chance para siempre... Se dispuso enviarla personalmente, deslizando el sobre bajo su puerta. El poema elegido decía algo así:

Tengo la convicción de que no existes
y sin embargo te oigo cada noche
te invento a veces con mi vanidad
o mi desolación o mi modorra
del infinito mar viene su asombro
lo escucho como un salmo y pese a todo
tan convencido estoy de que no existes
que te aguardo en mi sueño para luego.

La tarde siguiente aguardó paciente desde su balcón, con la esperanza de poder observar la reacción de su amada. Para suerte de Teo, la muchacha no solo recibió la carta sino que además se sentó junto a la ventana, en el mismo lugar de todos los días, y comenzó a leer. Al finalizarla, pudo ver como su vecina sonreía y se sonrojaba a la vez, emocionada. Teo estaba igual.
Al día siguiente, un nuevo poema estaba listo para ser enviado. Mismo libro, mismo autor. La carta, igual de anónima.
Cuando la segunda fue enviada, Teo se instaló en su puesto a observar. La muchacha la leyó nuevamente en la ventana. Su reacción fue mayor aún. La de Teo mucho mas..
Y con el tiempo siguieron los poemas y las cartas, y la chica todos los días sonreía y se sonrojaba. Lagrimeaba y reía. Siempre emocionada, mientras Teo seguía anónimo desde su balcón.
Luego de seis meses y veinticinco días de secreta correspondencia, Teo nuevamente comenzó a sentir que lo que hacía lo estaba dejando insatisfecho. Ya no era suficiente una carta. Tenía que hablarle y para eso había que juntar valor. Muchísimo. Alrededor de cuatro o cinco quilogramos de valor. Una vez así, pensó la forma de encarar el tema. ´Este... mira... yo soy el de los poemas, ¿sabías?´ o ´Hola nena, vamos a rockear´. Pero ninguna era realmente buena y durante un rato permaneció esbozando distintas frases y maneras de arrancar.
Concluyó en que lo mejor sería la espontaneidad, y se mandó. Cruzó la calle, tocó el timbre y se presentó. Ella lo dejó pasar y se sentaron en su living. Hablaron muchísimo tiempo. Horas y horas. Hablaron de las cartas, poemas y el autor. Casi llegando a la nochecita, Teo volvió a su departamento. Lloraba desconsoladamente, totalmente destrozado. No pudo hacer nada para remediarlo. Luego de seis meses de poemas, la chica ya estaba profundamente enamorada de Mario Benedetti.

viernes, 15 de abril de 2011

capítulo 31: La sobremesa





































































































Una noche vieja Teo gozaba junto a sus amigos de la sobremesa, luego de haber cenado opíparamente.  Todos tomaban vino (menos Naza) y comentaban las intimidades de todos los conocidos en común que no habían asistido, criticando y destrozando sus vidas de forma oral.  De repente se dió la siguiente situación:







Teo:- Mmmmmm... que rico estaba todo... que era? pescado?
Nora: Era pastel de papa.
Teo:- Uy, sorry... ¿Che me voy a fumar afuera, alguien me acompaña?
Agus (recién llegado de Nueva York): -¿Fumar? ¿en que año estamos? que primitivo...
Teo: - Bueeeeeeeeeeno... muy rico todo, che... - mirando a Nora- yo creo que te ayudo con los platos y voy saliendo...
Nora: - Primero que nada, ¿qué es eso de "te ayudo con los platos"? ¿por qué no directamente te ofrecés a hacerlo del todo vos? ¿Y por qué me ayudarías a mí? ¿por qué no a Miguel? ¿cual es la razón para asumir que los platos son mios, que es mi jurisdicción? Aparte que de ninguna manera Teo, vos dejás eso ahí que yo levanto...
Teo:- ¿Pero sos loca Norita? vos hiciste toda la cena... yo quise ser amable, me expresé mal, ok, pero dejame que yo recojo...
Miguel (esposo de Nora):- Che, che, che, que la cena la hice yo...
Nora:- Teo quedate donde estás... - justo cuando Teo iniciaba con el típico ritual de acumular restos de comida en un plato para poder trasladar el conjunto a la cocina. - Aparte vos trajiste el helado, corazón...- agregó la anfitriona, más dócil...
Naza: - ¿¡Hay Helado!?
Teo:- Yo no traje ningún helado...
Nora:- Y enonces ¿quién trajo el helado que está en freezer? Ahhhh... de acá no se va nadie hasta que no me digan quién trajo el puto helado...
Todos los invitados, en silencio de examen.
Miguel:- Ah, ahora nadie trajo el helado, se trajo solo el helado, la última...
Yoli (novia circunstancial de Teo) mirando a su pareja:- Amor, nos vamos, tengo sueño...
Teo:- Bancá que se aclare esto y arrancamos reina.
Nora (fuera de sus cabales):- QUIERO SABER QUIÉN TRAJO EL HELADO!
Teo:- Apalalalala... Trenquelauquen Norita...
Nora:- ¿¡DE ACÁ NO SE VA NADIE HASTA QUE NO APAREZCA EL QUE CARAJO MIERDA TRAJO EL HELADO, OK?!
Yoli:- Amor...
Teo:- Para Nora, no te cebés... baja el arma...
Nora temblaba y apuntaba con una pistola calibre 38 a los comensales.
Yoli:- Chiki...
Teo:- ¡¡Bancá un toque manija!!! - dirigiédose a su novia -  y vos Nora bajá el arma...!!!
Leo, ingresando desde el baño: - Aaaahhh, 3 kilitos menos me dejé... me encanta...dhgggrrssdffff...
Nora, apuntando con el arma a Teo y mirando a Leo: - Leo vos trajiste el helado?
Leo, frenando su paso levemente sorprendido:- Obvio. Hay Dulce de leche ´Bisbal´, frutilla al agua y chocolate de Gaza.  En un pote apartado hay menta granizada, para no contaminar al resto...
Nora (de repente calmada):- Ahhhh... que alivio...Uyyy, que tonta, perdón me olvidé de ofrecer, un cafecito, un tecito, alguien quiere?
Naza:- Yooooo! Y helado de todos los sabores!!!
Miguel, por lo bajo, murmurando:- Este se anota en todo...mecagoenlamsñe...
Teo, mirando a Yoli:- Andá vos que yo me quiero quedar a ordenar...
Nora, de nuevo en estado de cólera:- TEO TE VAS YA MISMO DE MI CASA!!!
Teo:- Leeeeeeesto - tras lo cual tomó a su novia del brazo y ambos salieron corriendo, pero antes de atravesar la puerta que da al pasillo del PH él dejó caer algo al piso y anunció: "¡hasta nunca insulsos!"
Nora se acercó a la puerta y descubrió un rollito de dinero... más de 400 Reales.  Se quedó pensativa un instante (haciendo mentalmente el cálculo del cambio de divisas) ,y luego agregó "Este Teo es un hijo de puta".

capítulo 57: Ah la nueva, Teo es el bajista de Onda Vaga...

Teo estaba radiante.  Rebozaba felicidad, estaba hecho un pibe, lleno de energía; y se sentía, humildemente, más que la media.
Mucho más que la media.  
Fue entonces cuando decidió aprender a bailar.  "Es lo único que me falta" pensó.
Se anotó en unas clases en el Centro Cultural Rojas, pero en cuanto iban 10 minutos de la primera, se dio cuenta que eran cualquiera ("otra vez esta sensación con una clase del Rojas, la puta madre", pensó, "para qué me sigo anotando...") y sin decir palabra se retiró casi corriendo.
En la puerta del Centro Cultural se cruzó con Marcos, de Onda Vaga, y se pusieron a charlar acerca Manu Chao, y el Polonio.  Teo le preguntó si esa Gilda de la que cantaba en una de sus canciones existía ya que "en principio, se sentía atraído".  Marcos, sabiamente, le contestó "Existe si tu crees que existe".
Poco después de ese encuentro Teo recibió un llamado desde la mismísima Vaguicueva.  En realidad no fue un llamado, fue mediante la fulgente Vaguiseñal iluminando el cielo que se entero que lo requerían.  Acudió y le explicaron: "Nos falta bajista, te copás?"
Teo aceptó de inmediato y empezó a practicar voces para poder armonizar con la banda.  Como cantaba fatal duró apenas un ensayo.  De hecho lo echaron en el estribillo del primer tema.  Pero eso fue suficiente para que a partir de allí Teo se presentara ante la gente como "Hola, soy Teo, el bajista de Onda Vaga". 
Fue con ese parlamento que se introdujo a sí mismo al conocer en una fiesta a Malena Pichot, de quién se sentía sumamente enamorado por su talento y talante, a pesar de que ella era muy petisa.   Malena lo ignoró fuerte y pasó de él por completo.  Teo concluyó que ella era "una cheta de mierda que no valía dos mangos".  Finalmente fue la Pichot quién terminó tocando el bajo para los vagos.  Teo sigue buscando trabajo, fama, y novia.

capítulo 87: Teo se levanta en armas junto al ejército de Carapintadas

































Todos tenemos algún que otro muertito en el placard, cosas de las que nos arrepentimos, épocas en las que estábamos medio en cualquiera.  Para Teo sin dudas, un gran ejemplo de esto sería cuando se empezó a juntar con unos milicos, mientras promediaba la década del ochenta.  En realidad él no sabía que eran militares, ni se cuestionaba ni preguntaba demasiado.
Teo, que en los setentas había militado en la izquierda activamente siendo parte de Montoneros (ref. capítulo 35: Teo y su papel en la contraofensiva estratégica del ´79), se había alejado un poco de la política y se había acercado más a la pavada.  Hablaba de fútbol, se juntaba a comer asados con quien fuese, sus discursos carecían ya de contenido ideológico.  Entre los tipos con los que compartía alguna que otra comida, se encontraban un tal Aldo y otro al que le decían Mohamed Alí.  Estaba claro que estos dos eran líderes natos.  

En febrero de 1987, y en una reunión clandestina celebrada en el barrio de Chacarita, algunos de estos tipos empezaron a hablar en secreto, todos con cara de serios, como si hubiera pasado algo o estuviese por pasar.  Teo pensaba que se estaban confabulando en su contra para tirarlo a la pileta y empezó a correr en círculos mientras que gritaba "Piedad por dios, elegid a otro, yo tuve mononucleosis!!".  Todos lo miraron azorados ya que no era eso lo que pasaba.  Aldo tomó la palabra y le explicó "Mirá Teo, estamos planeando un golpe de Estado, ¿como la vez?".  Y Teo, que le encantaba el bardo y no andaba muy pensante, contestó "Si esto va a dejar anécdotas, me anoto".

El 20 de abril de 1987, en Campo de Mayo, estalló en plena Semana Santa el levantamiento "carapintada" (en referencia a que los sublevados tenían sus rostros pintados con camuflaje de guerra), liderado por el Teniente Coronel Aldo Rico.  Teo sin saber bien porqué estaba allí, hacía chistes, o cebaba mate, y opinaba de lo que iba pasando.  
Tras 3 días de insurrección el presidente Alfonsín (el cual estuvo secuestrado algunas horas por los insurrectos y llegó a mantener un interesante diálogo con Teo acerca de licuados multifruta) negoció la rendición de los rebeldes, y, aunque Rico fue detenido, los facciosos ganaron la partida, imponiendo condiciones a un gobierno jaqueado por el establishment económico financiero local e internacional. 
Al finalizar la jornada el presidente le habló a una multitud en Plaza Mayo con las históricas palabras: "Felices pascuas... la casa esta en orden".

Poco tiempo después Teo se avergonzaría por los hechos al tomar conciencia de lo sucedido, y comenzaría a sentar las bases de su nuevo pensamiento político, el cual lo llevaría a Presidente en el 2023 [ref. capítulo 1000: Teo por fin asume la presidencia (y con un discurso histórico)]
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En la foto, Alfonsín es escoltado por un grupo de carapintadas tras la negociación.  En el fondo, junto a un árbol, Teo hace jueguito con una pelota Macu. 

jueves, 14 de abril de 2011

capítulo 92: Teo responde dudas de los lectores

Son muchísimas las cartas que nos llegan a la redacción y las iré contestando a todas, no pierdan la paciencia. Aquí van algunas de ellas. Los amo. Teo.

“Querido Teo, hace años que sigo tus historias y me conmueven plenamente. ¿Qué posibilidades hay de que los autores maltraten un poco menos a la colectividad judía? A veces me ofenden alguna tía. Con amor, Simon Wiesenthal.”

Estimado Simon, son pocas las posibilidades. Los autores tienen muchísimos amigos judíos (de hecho la ex esposa de uno de ellos lo es), por lo cual sienten que pueden decir lo que quieran porque “tengo un amigo judío” los respalda. Muchas gracias.

“Es verdad q sos pelirrojo, tenes afro y sólo 8 años de edad? Despeja mi duda. Maia Loy.”

Maia, mi vida, soy eso y mucho mas. Gracias a la libertad total que los autores decidieron tener sobre mi, he sido y seré de muchas maneras. De hecho en el capítulo que soy ese niño que describís, sufro mucho a raíz de un problema con una conocida personalidad. (Capitulo 73: Teo es abducido por el Padre Grassi).

“Teo, Cuando se te pasa el arroz... y encima se te pega a la olla... ¿cómo haces para contener la ira? Te quiero mucho, Cristian Pepa”

Es excelente tu pregunta, Cristian y me la han hecho en muchos países. Lo ideal para esos casos es verter todos los Gnomos en un Redrado de teflón. Una vez batidos a ritmo chacarera, tenes que boicotearlos hasta que queden al unísono. Luego pasalos a voz pasiva y localizá el objeto directo. Servilos en un bloque de granito y decoralos con osteoporosis, pero múltiple. Ideal para una cena románitca.

“Me gustaría que pronto salga la película de Teo. ¿Hay novedades de eso? ¿Se sabe algo del casting? Saludos a Tichy. Con respeto te saluda Joaco Levinton.

Hay muchísimas ofertas para pelis. La dirección hidráulica seguro que la hará Campanella, que está bastante denso mandando E-milios por dicha cuestión. Aún no hay novedades concretas pero seguro que entre los actores estarán Menchu Quesada, Vin Deasel y Víctor La Place que va a hacer de Perón.

Hasta la próxima, lectores enfermos. Aguante la ficción.

miércoles, 13 de abril de 2011

capítulo 29: El amor, las mujeres y la muerte

Cierto martes Teo conoció a una pibita que estaba muy buena.  Aparte de ser bella era rápida, inteligente, y muy copada.  Teo se enamoró en el acto (estaban en un acto).
Se la transó, le pidió fuego, y se fue caminando solo a la casa, a pensar en ella, y en como sería cuando fuesen novios.  Se imaginaba a él viajando por el mundo con ella a su lado de la mano, o riéndo a carcajadas en la intimidad del hogar, o cuchareando cada noche, abrazándola y besándola en el hombro mientras tanto.  Estas pavadas pensaba Teo.  La sal de la vida.  Se imaginaba protegiéndola (Teo era muy humano) y pagándo él por todo (en el fondo también era un poco machista).  Esa noche no durmió nada pero igual fue feliz, al día siguiente incluso parecía descansado.   Así fue como cuando su gran amigo de la infancia, Pablo Schiffini lo fue a buscar y le ofreció dejarle su moto prestada mientras él se iba de viaje, le sugirió salir a probarla en ese mismo momento.   Claro, lo que Schiffini no sabía es que Teo estaba en cualquiera porque no había dormido, e incluso en un momento de la mañana había estado tocando la guitarra y se había tomado unas medidas de whisky (media botella casi, y de las grandes, las de litro).
Teo aceptó chocho de contento, e inmediatamente salió como disparado por un cohete hacia la puerta y se subió a la moto mientras gritaba hecho un pesado "lla-ves! lla-ves! lla-ves!".  Pablito le entregó las llaves y mirándolo a los ojos le dijo "Pegate una vuelta manzana tranca, y volvé.  Y acordate, vos sos el chasis".  Teo arrancó, llegó hasta la esquina, y desapareció del campo visual al doblar a la izquierda.  Sería la última vez que su amigo lo vería con vida.  Apareció en Nazca y Gaona hecho una estampita.  Un bondi 133 (el que va para el Hospital Muñiz) le había pasado por encima.  Dicen que murió en el acto, pero en realidad fue al día siguiente.  Curiosamente, algo tan loable como único aconteció allí ese día.  Según cuentan los testigos (Pablo Schiffini) Teo murió con una sonrisa de oreja a oreja, y su corazón, que se encontraba a la vista al igual que el resto del relleno del cuerpo, seguía latiendo.  La moto estaba hecha mierda.  Teo estaba roto en partes, y muchas.  Pero el corazón estaba intacto y latía sin parar.  "Era por esa chica..." dijo Schiffini.
Actualmente ese corazón es propiedad de la Nasa.
La chica está terminando su segunda carrera (es maratonista) y vive de rentas.

martes, 12 de abril de 2011

capítulo 8: Teo vive en el futuro

Fue `particular` para Teo el año 2020.  Entre una cosa y otra el tiempo se le pasó volando… enero y febrero nada, estaba en baires, se re-cagó de calor, no había nadie… (´Pelopincho con Campari´ sería una Buena forma de resumir a esa época de Teo).  En marzo se fue a barna.  Se clavó.  No pasaba nada, o si pasaba, no se enteró.  Colgó un tiempito ahí, digamos que de abril a noviembre no pasó demasiado (gar-char).
En diciembre se fue a baires de nuevo porque se casaba marquitos (?).  Las vísperas lo pusieron a fondo, después planchó.  
Ahora está allá viendo que onda… se que está escribiendo un blog, me dijo la ´chochi´…