lunes, 23 de mayo de 2011

capítulo 74: Teo obstruye un manantial

Cuando sonó la alarma, Teo ya había dejado de menear. Hacía éste ejercicio cuando presentía algún ventilador de techo observándolo. Y ése día había mas de uno.
Se dirigió hasta su acantilado superior y vomitó en inglés. Pero cuando sus secreciones llegaron al piso, tomaron un color afrancesado sin comparación, obligándolo a pasar el trapeador bilingüe. Esto no lo amedrentaba y Teo seguía sus tareas sin inmutarse.
Descendió por su escalera simbólica hasta su hemeroteca. Revisó todo incesantemente hasta descubrir un diptongo fuera de lugar y procedió a acomodarlo. Sonrió hasta quedarse dormido.
Sonó el timbre. “Justo a tiempo” pensó Teo. Tomó el elevador horizontal hasta la planta izquierda. Abrió la puerta con seguridad y se encontró con su Martillero Público. “Todo sigue según lo planeado” dijo el Martillero. Teo asintió, se dieron el saludo secreto y dejó partir al Martillero. 
Teo subió por su escalera analógica y puso manos a la obra en los preparativos: Un rotor, dos edredones, tres tripanosomas, cuatro ve cortas y un alambique. Metió todo en un gran bolso y partió hacia las Tierras Nubladas. Cortó camino por la Llanura Abisal y llegó hasta un manantial. Sacó los elementos de la mochila y se dispuso a la obstrucción del mismo. Una vez terminada su tarea, se echó para atrás, sacó su pipa y fumó mirando hacia sí mismo. “No, manzana” pensó.

No hay comentarios:

Publicar un comentario